También disponible en Euskera: Musika, hitzak eta irudiak II
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El editor
EL CONTENIDO
Este libro combina estos tres elementos cruciales de gran significación antropológica y cultural: música, palabra e imagen.
Y lo hace de manera que esa combinación en las junturas de los acoplamientos tiene holguras lo suficientemente amplias que permiten una gran diversidad de lecturas; estas plantean al lector, como un reto, abundantes sugerencias para que su creatividad se sienta interpelada.
LOS COLABORADORES
Los condicionamientos editoriales de tiempo y espacio son elementos que han influido en la nómina de colaboraciones poetas y narradores; algunos de los requeridos no han podido participar por la premura con que se les ha solicitado; y es posible que no hayamos acudido a algunos que lo hubiesen deseado y a los que hubiésemos acogido con gusto. Tampoco hemos podido requerir a todos a los que nos hubiese gustado tener en este libro, algunos muy relevantes y reconocidos en el mundo de las letras vascas. Si el planteamiento de las participaciones era ya aleatorio, las circunstancias y los imprevistos han jugado su propio papel.
Sí que se ha pretendido reunir un amplio espectro con el elemento común de la calidad: representatividad generacional y territorial; talantes y estilos; veteranos y noveles, reconocidos y desconocidos; reeditados, editados y sin estrenar; voces de género.
En estas tareas de búsqueda de colaboraciones comparto responsabilidad con José Luis Padrón, y nos la repartimos en diferentes proporciones que es difícil precisar, pero siempre hemos llegado de modo fácil a las coincidencias necesarias.
• Las colaboraciones literarias
A los autores se les pidieron aportaciones breves con alguna libertad; también se pidieron diferentes tipos de comentarios, cosa que se hace patente: comentarios estilísticos, ‘memorias’ ligadas a las canciones, aproximaciones poéticas, recreaciones personales, sugestiones, evocaciones etc. Y cada uno ha respondido a lo que se le ha pedido.
Tratando de conseguir que todas las canciones tuvieran algún comentario se adjudicaba a cada colaborador un pequeño listado de diez, pero pudiendo, cada uno, sustituir algunas canciones ‘impuestas’ por otras de libre elección. A pesar de ello nos encontramos con canciones que han resultado ‘preferidas’ con muchos comentarios junto a otras que tienen menos. Este modo de proceder, frente a algún aspecto negativo, tiene la ventaja de evidenciar preferencias de carácter muy subjetivo que no suponen, por parte de los colaboradores una menor valoración de las no elegidas .
Todos los autores se han movido, por tanto, entre lo impuesto, lo opcional y lo totalmente libre.
Como fruto de este planteamiento entre lo programado y lo libre, tenemos entre manos estos libros que se aproximan al ideal que nos habíamos propuesto.
LAS CANCIONES
La selección de canciones que se incluyen en estos dos libros ha venido determinada por el contenido de los discos que acompañan a los libros: Ametsen artean, Gabon doinuak, Euskal doinu enblematikoak y Euskal doinu zahar eta berri. Contienen interpretaciones al piano de adaptaciones compuestas por Juan Carlos Irizar e interpretadas por él mismo.
• Las partituras musicales
En el capítulo dedicado a cada canción se incluyen dos partituras.
Una con la melodía y la letra adecuada para cantar, en algunos casos con escritura para una segunda voz, y con anotaciones para guitarra.
Otra partitura es la versión para piano de Juan Carlos Irizar. Algunas de estas partituras son exclusivamente musicales.
• Las letras de las canciones
Las letras que reproducimos se corresponden con las que se cantan en los discos editados por los interpretes que se indican en cada caso, que en muchas ocasiones son los mismos autores.
LAS ILUSTRACIONES
Las ilustraciones hacen referencia a cosas, temas e ideas contenidos en la canción.
En algunos casos la ilustración se tematiza y se desarrolla un discurso plástico autónomo sobre la idea central de la canción, o sobre la metáfora principal, o sobre una imagen literaria muy significativa.
La ilustración recurre a imágenes de fotografía, de pintura o de escultura, carteles publicitarios y viñetas. Imágenes clásicas o modernas; lo folklórico y lo culto; lo local y étnico, y lo universal; de artistas vascos o extranjeros; figuración y abstracción; de todos los estilos y épocas: del renacimiento al expresionismo abstracto pasando por el barroco o el art decó, el simbolismo y otros varios ‘ismos’.
La heterogeneidad de las aportaciones, por su época, estilo y procedencia de muy diferentes ámbitos geográficos, pretende visualizar tanto la perennidad de los temas como su universalidad, a la vez que ofrece a la imaginación la posibilidad de recurrir a los más diversos registros estéticos.
La ilustración misma, o mejor el estilo de la ilustración, busca su propia estética y poética muchas veces en la reiteración, y en la semejanza. Este planteamiento puede llegar a descubrir tradiciones de formas y colores, y lo que es más importante aún, constantes gestuales, que pueden o deberse a razones culturales o simplemente ergonómicas, o a una intertextualidad figurativa, o a remakes de obras de arte consagradas y canónicas.
En casi todas las canciones hemos hecho un comentario generalmente breve sobre la ilustración; hace referencia al sentido que esa ilustración tiene y ofrece la clave de su significación.
En algunas, pocas, ocasiones la ilustración tiene relación más lejana con el tema de la canción, y en algún caso la ilustración puede ser un mero detonante que active el trabajo de la imaginación y obligue al lector a situarse ante el texto y tomar partido en la indagación del sentido.
LAS VIRTUALIDADES DE LA OBRA
• La música
La obra está concebida como un todo formado por los libros y los discos CD´s. El texto y la imagen están concebidos para ser leídos y contemplados mientras se oye la música o mientras se activa en la memoria el recuerdo musical y el recuerdo de la canción. El disco permite, incluso, un doméstico karaoke, o un play back en la intimidad, mientras se escuchan las interpretaciones originales.
A veces, parece que olvidamos que la canción es también música. Los discos que acompañan a los libros redescubren la dimensión musical de las canciones y fijan nuestra atención en ella.
• La canción
Considerada la canción desde el punto de vista de la letra, las aproximaciones de los comentarios nos permiten enriquecer su recepción como texto literario y escucharla como obra poética que es. El libro, por tanto, atrae la atención sobre el estatuto literario de la canción y confiere a los oyentes de las canciones el estatuto de usuarios de la poesía: el escuchar canciones o cantarlas es una actividad poética asimilable en gran medida a la del lector de poesía: es un poeta receptor.
Las colaboraciones ofrecen consideraciones estéticas y sugieren y desarrollan otras derivas literarias que brotan del núcleo poético de la canción. Nos ayudan, de este modo, a implicarnos en la canción mediante alguna íntima narración de nuestra experiencia pasada, que mientras la oímos o cantamos, recuperamos de nuestra memoria.
• La imagen
Hay ocasiones en las que las imágenes se reiteran en el tema variando, mas o menos, las composiciones, los colores, las formas, los estilos. Se pretende conformar poemas visuales, de tal modo que si en un texto poético se busca la rima, sea asonante o consonante, en el poema figurativo que forman las imágenes se buscan también armonías recurriendo a las reiteraciones temáticas, a las semejanzas formales, a los parecidos cromáticos, a los paralelismos de trazos...; la adecuada ubicación en las páginas crea o resalta estas relaciones visuales estableciendo verdaderas sintaxis visuales y rimas plásticas.
Las imágenes demandan una actitud contemplativa y reposada. Quien lo haga así será un usuario del arte como lo puede ser de la poesía y de la música.
Con el imaginario literario está íntimamente unido el imaginario plástico. La profusión de imágenes ofrece la posibilidad de enriquecer el imaginario figurativo. Pero además esa abundancia nos introduce en el método de una observación sistemática, y nos sitúa ante todo tipo de parecidos sean temáticos o formales, lo que potencia nuestra percepción ante el universo de la historia de la cultura y de la estética.
COMENTARIOS SOBRE ALGUNOS AUTORES PRESENTES EN LAS ILUSTRACIONES
• Odilón Redón
Odilón Redón se mueve en una poética de la interioridad expresada con una plasticidad tremenda.
• Txopitea
En Txopitea hay una poética de lo misterioso, de las realidades ocultas, de las dimensiones ignoradas de las cosas. La solidez plástica da realidad a lo surreal, solidez al misterio, y corporalidad a la imaginación.
La "serie erótica" establece un marco figurativo con la imprecisión de líneas que deja abierta la escena a la consideración reflexiva sobre el "eros".
• Arteta y Olave
Arteta y Olave, se asoman al mundo étnico pero con gran carga simbólica, con una poética de la realidad amable que se trasluce en la narratividad de las escenas y en el tratamiento plástico. Arteta se deja llevar por un lírico manierismo en las formas corporales. Olave, es más íntimo y sobrio.
• Chagall
El abundante recurso a obras de Chagall se debe al lirismo de su imaginación figurativa y cromática puestas al servicio de una poética de la mirada ingenua pero que desarrolla una densa narrativa.
• Munoa
Munoa se mueve también en registros de figuras y colores líricos que en el relato de las escenas navideñas, que en esta obra se reproducen, está teñida su narratividad con una mirada de humor tierno.
• Menchu Gal
También los paisajes de Menchu Gal son muy líricos en las descripciones, formas y colores. Pintura muy adecuada para la evocación poética de ambientes naturales.
• Beorlegui
Como hemos comentado en otro lugar de esta misma obra, en la pintura de Beorlegui hay una poética de presencias: sobre un fondo de paisaje que se establece sólido con una plástica consistente, y que tiene significación de permanencia, transcurren presencias de la memoria: son figuras inmateriales y vaporosas sugiriendo la inmaterialidad del recuerdo de sencillos acontecimientos que en algún momento se vivieron en aquel escenario. En el caso de las presentes obras la presencia transparente de los músicos tiene un plus de sutileza significativa pues la levedad plástica evoca la evanescencia del recuerdo, pero también se significa la fugacidad del sonido de los trombones cuya vibración se diluye como niebla ligera.
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