También disponible en Euskera: Antzerti 75 urte ondoren
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ANTZERTI EN SU CONTEXTO HISTÓRICO
Antzerti salió a la luz en su primera andadura en enero de 1932 gracias al ímpetu y trabajo de Antonio María Labayen, y terminó en julio de 1936, fecha en la que dio comienzo la Guerra Civil. En los años de la 2ª República Euskal Herria vivió una época de entusiasmo popular a favor de su idioma y cultura, y Antzerti fue un buen ejemplo de las actividades que entonces florecieron. El euskera y la cultura vasca se construían día a día y el teatro vasco contagiado de ese ánimo, llenaba las butacas de los salones de los pueblos con representaciones que celebraban los domingos y días festivos.
El sentimiento vasco había eclosionado con la llegada del siglo XX y ya desde finales del siglo XIX, los seguidores del pensamiento de Sabino Arana Goiri impulsaron el abertzalismo. Se inauguraron Batzokis en algunos pueblos del País y en ellos, se trabajaba la recuperación de las costumbres propiciando un entorno social más euskaldun, organizando actos escolares y cursos, conferencias y excursiones, festejos y actividades, promovidas para euskaldunizar la población.
El teatro tuvo gran importancia en esta lucha, sobre todo en algunos pueblos, ya que era un excelente medio para impulsar el idioma y la cultura popular al dignificar las costumbres arraigadas y posibilitar a todos los públicos el acceso a la literatura por medio de un lenguaje coloquial. Además ofrecía la posibilidad de ejercitar diferentes disciplinas tradicionales como la danza, la música, los bertsos... Las ansias de libertad de la época suscitaron el afán por un sentimiento nacional y en esos años anteriores a la Guerra Civil en las calles de Euskal Herria, se vivió una intensa vida cultural que fue eje de la acción política. De este modo, las tradiciones vascas se revalorizaron y la cultura euskaldun conoció momentos de histórica brillantez generando una intelectualidad formada por escritores y críticos, políticos y hombres de leyes... y por un público cada vez más asiduo al espectáculo.
A principios del siglo XX, era ya conocida la importancia del teatro en Euskal Herria y ejemplo de esto eran los programas del Victoria Eugenia de San Sebastián y del Teatro Arriaga de Bilbao. La cultura y el arte que antes pudieron ser patrimonio de la burguesía y de las clases altas amplió su presencia a los estratos más populares de la población gracias al teatro vasco. El teatro generó vida social y suscitó inquietudes culturales y políticas tanto en pequeñas poblaciones como en la ciudad misma, con representaciones en las que participaban vecinos de la localidad y alrededores. En su mayoría eran grupos amateurs –pero se conoce la participación de algún profesional–, y no importantes compañías extranjeras. Aunque el teatro se practicaba por gusto y afición, y para divertirse, una de sus funciones añadidas más importantes era la propagandística de la cultura vasca y del euskera; así, los grupos reafirmaban su intención de realzar el teatro vasco y convirtieron casi en tradición la programación teatral los domingos y días festivos, llevando a cabo su tarea con gran «profesionalidad» y llegando casi a normalizar el teatro vasco.
«Nere langaitzat teatro aukeratu nuan euskeraren alde zerbait egoki bururatzeko labur eta zuzenena nerizkiolako. Bereziki euskera mintzatua, euskera itzeginari indar emateko ustez. Kalean galtzen, mututzen zijoan eta dijoan arabera Teatroa izan zitekean gorde-leku mintza bide ta ikastola kaletar erdelzaleei euskaletzeko gogoa emango ziena. Euskaldun arrunta irakurle eskaxa dala esan oi da. Liburu ta paper gutxi irakurtzen dituala. Teatroaren bidez ordea, nekerik gabe jolasean bezela ikusi ta entzunez eman bear zaio falta duan aizkurri ta jakia, eta auek bereganatzeko gogoa, jangurea. Euskeraz gaztetan ikasi zutena besterik ez zekitenak pozik teatrotik irteten ikusi ditut guzia jaso ta ulertu zutelako. Guretzat Teatroa kulturazale eta jolasbide izan bear du problematika larriegietan sartu gabe. Au da experientziak erakutsi diguna. Euskal Teatrora jendea etor arazteko gogoko zaiona eskeini bear diogu».
Por todo ello, habiendo seguido los pasos de Marcelino Soroa, Toribio Alzaga y de otros aficionados y profesionales del teatro, y conocidas las páginas ofrecidas al arte teatral vasco en las revistas Euskal Erria, Euskal Esnalea, Euskalerriaren Alde, Yakintza..., después de elogiar el trabajo realizado a favor de tal arte por Gregorio Mujika, Antonio María Labayen se percató de la necesidad de impulsar el teatro vasco, y su capacidad de iniciativa le llevó a promover y realizar una revista dedicada a ello exclusivamente. Asimismo, escribió por primera vez la historia del teatro vasco. Por otra parte, advirtió la necesidad de crear el primer certamen de obras teatrales y representaciones en euskera; y, finalmente, él mismo fue, desde la revista Antzerti, precursor, promotor y uno de los responsables de dicho certamen. De este modo, en el año 1934 se celebró por primera vez el Euskal Antzertiaren Eguna, teniendo continuidad durante tres años más, hasta la Guerra Civil, que interrumpió de manera radical todas aquellas iniciativas culturales, y, entre ellas, Antzerti.
La revista había nacido en el pueblo natal del señor Atonio María Labayen, en Tolosa (Gipuzkoa). Tolosa, dadas las cualidades excepcionales que poseía, dio al autor la oportunidad de desarrollar la revista Antzerti y le proporcionó los medios para su publicación. Tolosa, fue una localidad muy sensible a las tradiciones vascas además de haber sido capital de Gipuzkoa medio siglo antes. Tolosa, reunía sociedades religiosas y musicales, sus habitantes llenaban los cines y teatros, y con frecuencia, organizaban festivales y movilizaban sindicatos; el movimiento cultural estaba en alza en su vida cotidiana.
Históricamente situada en buen lugar e importante en cuanto a la industria, un buen ejemplo serían las boinas Elosegui –propaganda que aparece en algunos números de Antzerti–, el pueblo ofrecía una buena calidad de vida a sus habitantes. No obstante, los oficios más conocidos dentro de la industria de Tolosaldea fueron sin duda los relacionados con el papel, ya que después de una grave crisis en el siglo XVIII, las papeleras inundaron Tolosa y proliferaron negocios en torno a éstas, como por ejemplo las imprentas. Con la ayuda de este recurso, los intelectuales y amantes de la cultura vasca publicaron en Tolosa algunos de sus libros. Y uno de los mejores ejemplos fue la revista Antzerti.
«XIX. mendearen azken hiru hamarkadetan euskal literaturak hasi zuen gorantzako bideak Tolosan izan zuen gune garrantzitsuenetakoa. Eusebio Lopezen inprenta zuen ardatz nagusi. Bertan ikusi zuten argia Gerra Zibilaren aurretik euskeraz idatzitako liburu, orri, aldizkari eta egutegi gehienak. Izan ere, Tolosako abertzaletasunaren ezaugarririk nabarmenetakoa, euskara eguneroko komunikazio hizkuntza izan zedin egin zuten babesa eta indarra izan zen, Euskal nazioaren hizkuntza zela ahaztu gabe, jakina».
COLABORADORES
En Tolosa se publicó por vez primera la revista Antzerti y los intelectuales del grupo «Euskalzaleak» de Tolosa colaboraron en su publicación apostando por ella. Era el grupo formado por Nicolás Ormaetxea «Orixe», José Ariztimuño Olaso «Aitzol», Doroteo Ziaurriz, José María Agirre «Lizardi», Isaac López Mendizabal y Antonio María Labayen, entre otros. Con el apoyo de tales amistades, el señor Labayen desarrollaba la idea y el deseo de una revista sobre el teatro vasco en euskera, la cual así anunciaba:
«Ta naiezkoa degun beste gauz bat, antzerkiak argitaratzea da. Lenago Mujika Gregoriok Izarra sailaz egin zuana jaraitu bear degu. Ilean bein edo aliketa maizen antzerki zar ta beriak irari-arazi. Ta lan au ondoena “erebista” eran aldizkingi bat sortuta egingo litzake. Arpidedunak bilatu ezkero gauza ereza da, ta lenbailen betor. Uste ez degun zaletasuna dago eritan euskal-antzertirako ta, bazkun, eliz-bilera, batzoki ta lagunarteak beti gose ta antzerki berien eskean ari zaizkigu».
Para Labayen el querer se convirtió en poder, y el deseo en realidad cuando apostando por la revista la vio publicada por primera vez. Labayen fue el creador y director de la publicación mensual Antzerti además de escritor y dramaturgo, crítico, productor y distribuidor, por lo que la existencia de esta revista se la debemos a él. En Antzerti, 75 urte ondoren el autor principal sigue siendo Antonio María Labayen, sin olvidar otros nombres que participaron en la revista, los dramaturgos, adaptadores o traductores de las obras.
«Duela 50 urte sortu genuen Antzerti teatro aldizkari-xumearen sortzaile izan nintzen».
La dedicación de Labayen a la revista era total y dos de sus grandes amigos le apoyaron en su trabajo: «Lizardi» e Isaac López Mendizabal, quienes también publicaron obras dramáticas en Antzerti. El primero dio el nombre a la revista, es decir, es el responsable del título Antzerti. El segundo fue quien imprimió y organizó la publicación mensual en su imprenta. Pero tuvo también la ayuda de un tercer colaborador muy conocido en aquella época, autor de los dos motivos gráficos de Antzerti: Juan Zabalo Ballarín «Txiki».
ANTONIO MARÍA LABAYEN
Antonio María Labayen Toledo o Andoni Miren Labaien Toledo –nombre que empleaba según el euskera purista–, nació en Tolosa el 1 de diciembre de 1898 y murió en el mismo Tolosa el 14 de octubre de 1994. Realizó estudios superiores de Comercio en Zaragoza. Se casó con Carmen Sasienea y tuvieron dos hijos: Ramón y Martín. Fue miembro del PNV EAJ y en los últimos años de la 2.ª República fue nombrado alcalde de Tolosa. Con la llegada de la guerra tuvo que exiliarse a Sara con la familia, donde se instaló durante nueve años y estudió francés y alemán. Le gustaba la música y aprendió a tocar el violín. En los años 70, fue miembro de Euskaltzaindia gracias a una de sus mayores aficiones: todo lo relacionado con su idioma, el euskera. Se dice, por lo tanto, que fue un lúcido vascófilo además de un apasionado del teatro. Trabajó decididamente en estos dos campos durante toda su vida, y sobre ambos temas fue escritor prolífico. Publicó biografías, críticas, artículos e investigaciones, ensayos y traducciones... aunque no todos los escritos se circunscribieron a sus dos dedicaciones principales: también escribió sobre música, sobre Tolosa... De todos los textos de Antonio María Labayen que he tenido la oportunidad de revisar, he escogido aquéllos que tratan sobre el teatro y me gustaría recordar algunas citas:
«Teatro-jardunlari jakintsuen arabera Teatroa lehen-lehena antzertia da, ots, zerbaiten antzera egiña. Beraz euskaraz Antz-erti izena ongi emana dauka. Ain zuzen izen hori Lizardi Jaunak asmatu zuan: Gizonak jardunean ari dirala agertzen den joku bat: ekin eta egikeran mugitzen dabiltzala.. Drama izenak griego izkeran ori adierazi nai du, antza ematea, ez da ordea imitazio utsa izan bear antzertia, artea den ezkero...».
Ésta es según Labayen la descripción y definición de la palabra teatro. Pero más allá de esta definición entrevemos la importancia que el teatro tenía para el autor de la revista, considerando la enjundia de la siguiente afirmación:
«Antzertik diraun bitartean eria bizirik dago».
Seguidamente, he aquí la respuesta que la sociedad da, según las palabras de Antonio María Labayen, ante el teatro en la época de Antzerti tras las representaciones realizadas.
¿Qué aceptación ha tenido nuestro teatro por parte del público?
¡Muy entusiasta! El pueblo euskaldun sencillo, de los pueblos acudía contento a las representaciones periódicas que se daban, especialmente en los «batzokis» de los pueblos. Hubo fechas en las temporadas de 1931 a 1936 en las que se celebraron representaciones de más de 18/20 funciones teatrales euskéricas con gran asistencia de gente. Igualmente se celebraron concursos».
JOSÉ MARÍA AGIRRE — «XABIER LIZARDI»
José María Agirre –conocido por el pseudónimo Xabier Lizardi– nació en el año 1896 en Zarautz y de joven viajó a Tolosa con toda su familia. Sus últimos días coincidieron con la publicación de los números 14-15 de la revista Antzerti en los que se le brinda una cariñosa despedida y un muy sentido homenaje. Trabajó en la banca cursando al mismo tiempo estudios de Derecho, aunque su mayor afición y su oficio real fue siempre el de la poesía. Poseía un espléndido conocimiento del lenguaje, faceta por la que fue reconocido en varias ocasiones, y que le permitió dar a luz a la palabra antzerti para que fuese el título de la revista.
ISAAC LÓPEZ MENDIZABAL
Isaac López Mendizabal o Ixaka, nació en el año 1879 en Tolosa. Estudió Filosofía y Letras en Salamanca y se doctoró en Madrid. Más tarde realizó los estudios de Derecho y se doctoró por segunda vez. A causa de la Guerra Civil tuvo que exiliarse y se afincó primeramente en Donibane Lohitzune/San Juan de Luz, y en Argentina después, donde transcurrió gran parte de su vida. Sus aficiones más conocidas fueron las leyes, la enseñanza, la política y las tareas de imprenta y editoriales; también le apasionaban el montañismo, el esquí y la música. Fue conocido como vascófilo y luchó con fervor a favor del euskera durante toda su vida. Escribió libros sobre gramática del euskera, sobre leyes y religión, y fue el autor de Xabiertxo, el famoso libro para niños. También en Antzerti se publicaron varias de sus obras teatrales.
Por otro lado, es preciso señalar que el nombre de esta familia va unido a la historia de la edición vasca, ya que antes del nacimiento de Isaac se dedicaban a la edición e impresión. Su padre creó la imprenta que desde el año 1750 existió hasta hace poco al lado del Tinglado de Tolosa, donde se publicaban casi todos los libros relacionados con el euskera o con la cultura vasca. Isaac mantuvo la tradición de su familia ya que además de su padre, su abuelo materno también fue impresor. La misma Antzerti nació bajo las paredes de la imprenta de su padre.
JON ZABALO BALLARÍN «TXIKI»
Juan Zabalo Ballarín o Jon «Txiki», nació el año 1892 en Manchester aunque su familia era de origen vasco. Desde niño se dedicó a dibujar y demostró su habilidad para esta disciplina artística. Fue su minusvalía la que le impidió realizar los estudios superiores fuera de casa y lo que le impulsó a mejorar esta destreza para terminar dedicándose plenamente al dibujo y al cartelismo, hasta que llegó a profesionalizarse. Sus carteles más conocidos fueron los empleados por el Partido Nacionalista Vasco (PNV-EAJ) en su campaña a favor del Estatuto. También «Txiki» se sentía abertzale por lo que tuvo que exiliarse y viajó a Inglaterra, donde pudo quedarse por haber nacido allá, aunque el resto de su familia viajó a Argentina. Se dedicó al cartelismo, pero también realizó para la prensa caricaturas de línea en blanco y negro. En los años anteriores a la guerra se convirtió en el grafista más conocido de Euskal Herria. Publicaba sus caricaturas y sus chistes en los periódicos del País y fue el autor de las ilustraciones del famoso libro Xabiertxo de Isaac López Mendizabal
«Txiki» tuvo en la revista Antzerti, una participación que puede considerarse pequeña pero que fue muy significativa, ya que son colaboraciones suyas los dos únicos dibujos que aparecen en la revista, ambos en blanco y negro: la portada del primer número en el que se publica la obra «Aterako gera» de Toribio Alzaga por un lado, y por otro el dibujo ya famoso que cubre las portadas de los restantes números de Antzerti. Esta última ilustración se ha convertido con el tiempo en el emblema gráfico de la revista que tenemos hoy, 75 años después, en nuestras manos.
SOBRE ANTZERTI
Citada la definición de «antzerti», y tras conocer su significado, queda por aclarar la pregunta «¿Antzerti o Antzerki?» que se repite en boca de muchos ciudadanos por el desconocimiento de su diferencia.
Nos referimos a Antzer-«ti» como nombre de la revista, pero hay que referirse a antzer-«ti» diferenciándolo de antzer-«ki» según su significado. El hablante euskaldun actual quizá no distingue los dos sufijos. Pero, el señor Antonio María Labayen hace tres décadas le aclaraba la distinción entre los dos al director del Consejo de Cultura: «Antzerti hitza Teatro Osoa edo «Arte Teatral» bezala erabiltzea dagokiola eta Antzerki banako edo puska bat denean». Es decir, se utiliza la palabra antzerti para referirse al Arte Teatral en su totalidad y se emplea antzerki cuando se refiere a una pieza teatral o a una obra o a un fragmento de teatro, tal y como lo propuso Lizardi.
La primera etapa de Antzerti se publicó entre enero de 1932 y junio de 1936, bajo la dirección de Antonio María Labayen. En estos años se publicaron 54 números al precio de 8 pesetas anuales por suscriptor y así colaborar con su manutención. Tal y como puede observarse en la revista, cada número consta de dos apartados:
- El llamado Ileko Beriak o Jakingariak –aunque en la revista original en los números 8 y 9 no existe este apartado– (es la misma sección pero cambia de nombre a partir del número 25).
- Las obras teatrales. En sus 54 números hay 46 obras teatrales publicadas donde se refleja la cultura vasca con sus bertsos, música y bailes; la religión, sus costumbres y su forma de vida en general, en los caseríos, en las calles; la distinción entre las clases sociales, la importancia del dinero; y el empeño de luchar a favor de las costumbres vascas.
En el apartado de Ileko Beriak o Jakingariak se redactan noticias teatrales de la época, nombrando las obras representadas o publicadas, y asimismo, se anima y aconseja a los autores vascos, se elogia y agradece a los actores, y se comentan los certámenes del Día del Teatro Vasco, haciendo referencia a los textos y representaciones del concurso realizado por Antzerti...
«Gerraurreko antzerti aldizkari honetan era guztietako antzertiari buruzko albiste eta berriak agertuko zaizkigu. Errusian, Flandesen, Bretaina Handian, Frantzian, Espainian eta Euskal Herrian egiten ari zen antzertiari buruzko notiziak. Hileko gora beherak, etxeko zurrumurruak, antzeztaldeen asmoak, arazoak eta hauentzat aholku jakingarriak. Ipar ekialde eta hego-mendebaldean euskal antzertizaleak antolatzen ari zirena. Irrati bidez ere, nola euskel antzerkiak hedatzen ziren Beorlegi eta Egilegorren ahotsen medioz asteazken gauetan zortziterdietatik bederatziak bitartean, etabar, etabar,...
Baina ez zen albisteleku edo teoria soileko aldizkaria, bertan lau urte térdiren buruan, 54 aletan hain zuzen, 46 antzerki irakur baititzakegu. Horietatik zenbait gaztelaniatik, frantsesetik, alemanetik edo grekeratik itzuliak. Alzaga, Lizardi, Nazabal, Orkaiztegi, Arostegi, Lopez Mendizabal, Lafitte, Amonarriz, Markiegi, Zaitegi, Arotzena, Karraskedo, Urkia, Arzelus, Zubimendi, Tene de Mujika, Barriola, Lekuona anaiak, Gorostidi, Erkiaga, Leunda eta Labaienen luma zorrotz eta izpirituz ornituetatik jalgitako antzerkiak».
Por lo tanto, nos encontramos ante una revista cargada de temas que es referente para nuestra historia. Para ampliar conocimientos puede dirigirse a la página web citada en las notas finales.
ANTZERTI: ORIGINAL Y REEDICIÓN
Éste es un intento de reproducir de la mejor manera posible guardando fidelidad al original, la antigua revista Antzerti. Cabe decir que en la edición original existen erratas. Para la edición de este facsímil, se han digitalizado todas las páginas y se han mantenido tanto su estructura como sus errores. Pero creo necesario aclarar que los defectos de impresión que puedan observarse son debidos al estado de la edición original utilizada y a las dificultades técnicas que ello supone.
Para la reproducción de todos los números de la revista (de periodicidad mensual), se han empleado diversos ejemplares: el recopilatorio del Archivo Municipal de Tolosa (A.M.T.) –donde posiblemente el señor Labayen los archivó en un sólo tomo–, y los diferentes volúmenes facilitados por Koldo Mitxelena Kulturunea –separados por años–. Entre todos ellos, el del A.M.T. ha sido el más empleado, aunque algunas páginas que a éste le faltaban han sido tomadas de los ejemplares del Koldo Mitxelena Kulturunea.
En cuanto a la preparación y organización del facsímil, se ha tenido en cuenta el orden cronológico. Sin embargo, observando las diferencias que las revistas guardan entre sí, y con la intención de facilitar su lectura, se ha modificado el orden de varias páginas dentro de cada revista. La mayor diferencia se observa en el apartado Ileko Beriak Jakingariak, donde en los originales se sitúan en las páginas exteriores –con función de tapa–, y la obra dramática se ubica en las páginas interiores. En la actual recopilación de la revista se han reunido todas las páginas de esta sección Ileko Beriak-Jakingariak en la primera parte, incluyendo a continuación los textos teatrales.
Para estas páginas del apartado Ileko Beriak-Jakingariak, se empleaba papel de color verde, azul, amarillo, rosa... ya que hacían la función de portada. Por ello, y para reconocerlas como páginas coloreadas, se han impreso sobre color gris.
Además de las secciones Ileko Beriak Jakingariak y de las obras teatrales, otros apartados diferentes a los citados que aparecen en algunos de los números de la revista (concursos, obras publicadas anteriormente en Antzerti, libros publicados por Isaac López Mendizabal...), se han mantenido en su lugar, a excepción de las revistas que tienen un orden inusual. En estos casos, se ha optado por cambiarlos tomando en cuenta la ubicación más habitual.
Existe otra diferencia entre la publicación original y este facsímil: el formato de este libro.Se han mantenido las dimensiones y el tamaño de la letra del original impresa en Antzerti. Pero para incluir la información adicional y el paginado del libro actual, éstas han sido ampliadas, es decir, se les han añadido encabezados y nueva páginación para facilitar al lector su manejo.
Los encabezados a la izquierda, indican el número de la revista y el mes y año al que corresponde, manteniendo el nombre del mes tal y como se empleaba en aquella época. A su vez, a la derecha, se identifican los apartados correspondientes como Ileko Beriak-Jakingariak, o el título de la obra a la que pertenece, así como el autor, el traductor o adaptador de ésta. La revista original muestra al autor de la obra, pero cabe señalar que en las cabeceras de página se ha optado por nombrar al traductor ya que el mérito recaía ante el dramaturgo euskaldun, según el espíritu de Antzerti. Ateniéndonos al deseo euskalzale de la época, no se han actualizado los nombres propios, y se ha decido editar la nomenclatura original publicada en la revista.
El índice se ha ordenado cronológicamente y se ha mantenido la grafía en todos sus títulos. Hemos confeccionado índices de autores y obras que facilitan en gran manera la utilización de este libro.
PARA CONCLUIR...
Una mirada rápida a la cubierta del libro será suficiente para que algunos revivan una memoria lejana, un antiguo recuerdo, gracias a esta revista casi olvidada, que hoy volvemos a tomar entre las manos. Su portada, con su humilde dibujo emblemático, fue imagen de una actividad cultural en un momento importante en la historia de los vascos del siglo pasado.
Muy pocos de vosotros quizá tuvistéis la posibilidad de disfrutar la revista recién impresa; otros, tal vez, habréis tenido ocasión de disfrutar años más tarde de los números coleccionados por familiares, o en las biliotecas y hemerotecas; pero ya habrá quien reconozca el nombre de Antzerti pero nunca lo haya visto, o quien desconozca su existencia; ya que para los que hemos crecido en esta nueva era, nos es algo lejano todo aquello. Sin embargo, me atrevería a decir que al igual que yo, hoy serán muchos los aficionados al teatro, a la historia, y en general a la cultura vasca que agradecerán la publicación de este libro en nuestros días.
Por ello y a todos ellos, a los que se les han despertado multitud de recuerdos y a todos aquellos lectores movidos por la curiosidad o interés literario o histórico, quiero ofrecer humildemente esta recuperación de la revista.
Y quiero brindarle a Antzerti un «Feliz Aniversario» y al señor Antonio María Labayen un pequeño homenaje por los 75 años de la revista. Felicitarles por el testimonio de cómo hace 75 años la cultura vasca vivió el inicio de una esplendorosa etapa que todavía hoy sirve de ejemplo y estímulo para nuestra generación. Y felicitarles sobre todo, por el trabajo realizado a favor del teatro vasco.
FELICIDADES pues ANTZERTI y SÉ BIENVENIDO!!
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