Descatalogado
Un libro como el que tenemos entre manos, que es excepcional desde varios puntos de vista, exigiría una presentación muy sistematizada, amplia y hecha con rigor, lo que sin duda nos llevaría a plantear otras tareas que deben complementar un trabajo de este estilo, como son la de hacer unos índices adecuados; y otras. Puede todo ello tener su ocasión, que no es esta.
Por otro lado, las posibilidades de aproximación al libro, y del uso que se puede hacer de el, son múltiples. Por ello nos limitaremos a dar algunas claves de lectura y sugeriremos las perspectivas de uso que mejor correspondan al estilo de la colección ITSASOA.
También, como suele ser de rigor, diremos alguna palabra sobre su gestación y expondremos algunas necesarias justificaciones.
En primer lugar habría que resaltar la importancia singular de la presencia de Selma Huxley en este 3er Tomo. A partir de los materiales, relaciones y conocimientos suyos es como hemos podido diseñarlo en sus grandes rasgos. Se trataba de aunar el carácter histórico y documental de su aportación con el planteamiento de una colección como es ITSASOA.
El resultado es este importante y sugestivo tomo que ofrece al entusiasta de nuestra historia y de nuestra cultura, un riquísimo filón lleno de importantes posibilidades.
Hay en el planteamiento de Selma una confesada intención de objetividad que pudiera hacer temer posiciones demoledoras e implacables que acabaran con «nuestra» propia historia.
Pero su objetividad es una objetividad purificadora. No hay purificación sin destrucción, como no hay crítica constructiva. Por lo tanto todo esfuerzo de acercamiento a la verdad histórica supone un abandono y eliminación de la historia legendaria y mitificante.
La acumulación de pequeños datos que van sustituyendo a los elementos ficticios sobre lo que a veces puede estar montada la historia, hace que acabe produciendo un cambio en la visión global de algunos capítulos de nuestra historia.
En la autora existe la convicción de que la objetividad, la verdad histórica, es más apasionante que la ficción, y lo dice. Y añadiríamos nosotros, desarrollando esa posición, que la emoción que suscita, la subjetividad que promueve, es más abundante, multiforme, eficaz y productiva, antropológicamente hablando, que la historia montada por un anhelo proyectado, por una historia legitimadora legítimamente inventada.
Y quizá la gran importancia de Selma, desde nuestro punto de vista, está en el descubrimiento de un capítulo de nuestra historia en el que la realidad investigable y objetiva es más apasionante y rica que la historia magnificante y de ficción, más que la historia inventada y legitimadora.
O quizá el mensaje y la intención es más transcendente. Esto es, que toda historia, toda verdad histórica, cualquiera que sea, es más apasionante que la «historia legendaria».
En cualquier caso, un tema importante de la cultura, para nosotros, hoy, es el de nuestra identidad. Ello implica un mecanismo de autorrepresentación, que es un proceso continúo cuyo dinamismo consiste precisamente en una renovación de la presentación por un conocimiento progresivo de la verdad; un proceso de conocimiento, un proceso de objetividad.
La historia «establecida» cede ante la verdad histórica recién investigada. El quehacer de la cultura es descubrir la significación para nosotros de este nuevo dato objetivo y la eliminación de lo viejo.
Y para ejemplizar nuestro caso diríamos que a una historia magnificadora, a una epopeya montada sobre «haber sido» los primeros, los mejores, los mayores, sustituye la prosa de la historia. Es decir que a una epopeya de competición étnica, sustituye la emocionante grandeza de una cotidianeidad absoluta, no competitiva.
Aunque es preciso decir que en ese mismo momento sentimos que la emoción de la noticia objetiva nos agiganta lo cotidiano de la historia y nos lleva a hablar paradójicamente de una epopeya de cotidianeidad. Y es que en medio del proceso y esfuerzo de objetividad, la historia acaba por descubrirse como una «forma simbólica».
No es un libro de «información» histórica, ni de documentación histórica. En la línea de lo que venimos ofreciendo es un libro que invita a revivir un momento histórico, a «recuperar» personalmente esa historia.
Los medios que se aportan para ello son datos y documentos seleccionados por su significatividad.
No es una mera diversión que tiene el atractivo del «túnel del tiempo», que también lo tiene. No es la habitual experiencia de conocer la historia y, a partir de unos datos, imaginarla en la modalidad de «habilidad libre» (si se nos perdona el modo de expresarnos). Aquí la imaginación no es libre, está estimulada pero referenciada, y la evocación está sugerida, estrechamente sugerida. Se trata de una estimulante actividad cultural de identificación histórica. Los elementos de la revivencia histórica son los documentos, el cúmulo de noticias y la representación del espacio por la cartografía y por la fotografía del paisaje y de sus casas. Y además se intenta alcanzar a la persona en sus datos biográficos y en los rasgos de escritura, por ejemplo, que quieren ser retrato grafológico.
Somos conscientes de la problemática objetividad del documento como elemento de revivencia histórica al ser imposible una hermenéutica «infinita». Consideramos la diferencia que puede haber entre lo evocado «hoy» por un documento y lo vivido «entonces» cuando se redacto. No hay otro camino para «recuperar» la historia más que este: tras acumular datos objetivos, tratar de imaginar lo que aquí ellos pudieron pensar y sentir e imaginarlo además, según nosotros hoy pensamos y sentimos. La distancia se nos presenta como infinita.
Y también se revive la historia por la evocación subjetiva, por un complejo entramado de subjetividad convertidas en documento, como son los poemas. Habrá quienes consideren que la sintonía histórica encuentra su ápice por el camino de la poesía.
Son necesarias dos palabras para explicar la presencia dentro de la colección de ITSASOA de un tomo con tan gran peso de historia y referido a un espacio y a un momento histórico relativamente reducidos.
Se trata de un espacio y una actividad de definidas características marítimas, y de gran interés. Además el material acumulado por Selma está caracterizado por el rigor y por una gran novedad, lo que desde el punto de vista editorial suponía la posibilidad de una importante aportación que tenía un marco especialmente adecuado dentro de la colección.
El volumen tiene su historia de gestación que escapa a la intención de estas líneas. Desearíamos solamente apuntar algunos aspectos.
La autora es una historiadora y es esta la perspectiva desde la que ha concebido su trabajo. Este se basa principalmente en la presentación de documentos con gran apoyo de cartografía de la época y cartografía actual.
La idea nuclear inicial consistía en la presentación del ciclo ballenero en el siglo XVIXVII; la actividad de los balleneros vascos en Terranova; la participación del hinterland vasco en este proceso; las relaciones del País
Vasco con Europa en cuanto relacionadas con este ciclo.
Las características de ITSASOA, colección de perspectiva interdisciplinar y especialmente antropológica, tenía sus exigencias, y éstas son las que han ido modelando este tomo hasta configurarlo, tal como dice el título, en un panorama sobre «Los Vascos en el marco Atlántico Norte».
Se ha incluido el trabajo «Terranova y Labrador. Aspectos físicos» siguiendo la tónica de presentar los espacios marítimos. También se presentan los aspectos biológicos más relevantes y a ello responde el trabajo sobre «La ballena capturada por los vascos».
Pero el trabajo nuclear es el conjunto de Selma, como hemos dicho.
El trabajo sobre el tema de hinterland está representado por el trabajo de Construcción naval de Zumaia que supone un modelo de participación de hinterland en el ciclo ballenero.
Por insalvables razones de espacio no ha sido posible incluir en este volumen otro muy interesante trabajo previsto sobre la participación del hinterland en el ciclo. Se traba del modelo del valle del Deba en cuanto a su funcionamiento respecto a las actividades que se generan en dicho ciclo ballenero. Son autores de este trabajo J. Antonio Azpiazu y Dolores Erviti.
El tema de la representación cultural de los temas marítimos, apartado al que concedemos gran importancia en el conjunto de la colección, está representado por «Ternuako ohiartzuna euskal olerkigintzan» con aportación de poemas inéditos unos, y muy poco conocidos otros, además de otros bien conocidos.
El apartado sobre los Balleneros Vascos en Islandia se sale del marco de Terranova para abarcar el Atlántico Norte y tiene aportaciones de gran relieve. Hasta el punto de que hay elementos que si no son estrictamente inéditos, sí son prácticamente desconocidos, no solo para el gran público, sino que en algunos temas también lo son para los más informados conocedores de los temas vascos. Es el caso del Poema de Jon «el sabio».
Hemos lamentado también el no poder incluir en este volumen un trabajo sobre la presencia de balleneros vascos en Brasil del que es autor el Padre Barturen. Esperamos tener ocasión de presentarlo posteriormente.
Indicamos también que ha sido preciso limitar el material gráfico que Selma aportaba, restringiendo la cartografía actual a lo más necesario, y seleccionando de la cartografía histórica lo más importante y menos difundido.
Con los «Glosarios Vasco-Islandeses» se recupera la palabra cotidiana de aquellos hombres, el impacto de la espontaneidad, la expresión usual, «no protocolaria». Pero no solo es eso sino que parece que se alcanza, además de la palabra, también el eco de la voz, pues en virtud de la transcripción que de ella se hace temenos una noticia fonética, un reflejo del sonido. Con el glosario nos parece que «oímos» a aquellos hombres. Ya sabemos los problemas que las mediaciones suponen pero aun así, es como si se recuperase un eco a través de un viejo magnetófono accionado a mano, muy imperfectamente, con los timbres de voz irreconocibles, trabajosamente entendidos, pero reales y auténticos.
Los glosarios, como los documentos, exigen también un sumergirse venciendo la hosca resistencia que inicialmente provocan las columnas. Son un precioso documento que compensará con creces a quien se atreva a sumergirse en él.
Este libro es como una piedra preciosa con mil caras talladas. Pero quien acierte a acercar un ojo curioso, o estudioso, puede descubrir otros mil destellos ocultos. Y más.
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