Euskeran ere aukera duzu: Un vasco en Oxford
Prezioa: 18 € Erosi
Adelantaba hace muchos años Julio Camba en su relato, «Londres», y en su habitual tono humorístico, que «Inglaterra es un pueblo completamente aparte de los otros. Es un pueblo extraño, que habla inglés, que está rodeado de mar y envuelto en nieblas». Algo parecido a esto sucede en algunas universidades británicas, donde como relata Xabier Ezeizabarrena, el mundo y la visión que del mismo tienen algunos británicos sorprende a cualquier expectativa posible.
El mundo o la propia organización social y universitaria, sobre lo cual Oxford y Cambridge representan dos ejemplos singulares, se aborda con fino humor en este relato que solo de puntillas pasa por «The other place» (Cambridge, para los de Oxford, y viceversa para quienes estuvimos junto al río Cam).
Tampoco deja de ser curioso que un declarado europeísta como Ezeizabarrena fuera adscrito como Basque Visiting Fellow en el St. Antony´s College de Oxford, habida cuenta de la escasa atención, cuando no manifiesta aversión, que el proceso europeo suscitaba en Oxford, más aún si cabe que en el resto de Gran Bretaña. Las cosas, según el propio relato, son ahora muy distintas y el debate interno se encuentra más vivo y presente que nunca antes. En este radical cambio ha colaborado Saint Antony´s College, del mismo modo que buena parte del acervo europeísta de muchos de los estudiantes que pueblan la ciudad al albur de ese viejo y nuevo concepto que es Europa para los británicos.
Tanto en Cambridge como en Oxford hay quien sigue pensando que las islas serán siempre una masa de tierra lejana, frente a la costa Este de los Estados Unidos; hay otros, mientras tanto, que vislumbran en el Reino Unido un islote anejo al viejo continente por sus cuatro costados, no sólo por el Canal de la Mancha. De una u otra forma, este relato nos muestra las luces y sombras de un lugar en constante ebullición política, social y cultural, desde el peculiar punto de vista de un vasco europeo y universal al tiempo.
En Cambridge o en Oxford, por ejemplo, si el debate es Europa, nada impide que comenzando a las once de la mañana el orador y sus diez o doce discípulos acaben disertando durante ocho horas sobre una futura Constitución Europea en el limbo, la visión inicial de Monnet hace cincuenta años o la pertinaz resistencia británica a abonar las pintas de Guinness subsiguientes al debate en una moneda común como el euro. En ello colabora, directamente, un alumnado singular, salvajemente competitivo pero absolutamente irrepetible venido de todos los rincones del planeta.
En ambos lugares, casi nada es intrascendente. Todo tiene una razón de ser cuando alguien te interpela en un viejo callejón, en una comida, en una «High table» o en el transcurso de cualquier clase. Poco importa si estás vagabundeando por la ciudad (noctivagating), remando en el Támesis o en el Cam pretendiendo abordar a un batel enemigo o persiguiendo una última edición bibliográfica en cualquiera de sus irrepetibles bibliotecas.
Basta una mirada al índice para empezar a viajar… todo un mundo por descubrir en un lugar bien reducido en el espacio y en el tiempo. Tan reducido que el relato casi omite Cambridge!!! Valga mi prólogo para subsanar tamaña osadía.
Pedro Miguel Etxenike
Donostia, diciembre de 2008
itzuli gora