También disponible en Euskera: Jarduera fisikoa, kirola eta bizitza
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El autor (José Manuel Gonzalez Aramendi)
Todos sabemos, o al menos intuimos, que la realización regular de actividades físicas es importante para mantener la salud y la capacidad funcional o forma física. Pero, aún conociendo estas consecuencias tan trascendentales, en nuestro entorno sólo una quinta parte de la población hace ejercicio físico en su tiempo de ocio. Y si no ponemos remedio, la tendencia continuará siendo a la baja y el sedentarismo se irá instalando cada vez más en la población, en todas las edades.
Fué John Lennon quien dijo que “la vida es lo que pasa mientras hacemos otros planes”. ¿Qué cosas más importantes son las que nos ocupan? ¿Y si perdemos la salud? ¿Y si perdemos la vida? ¿Qué planes nos quedan?
En las sociedades económicamente avanzadas, en las que abunda el alimento y donde la tecnificación alivia las labores en el trabajo y en el hogar, el sedentarismo es el principal peligro para la salud. Lo que está en juego es mucho y muy importante. Nuestras opciones de vida actuales y nuestras expectativas, casi de cualquier orden, van a depender del estado del cuerpo que soporta nuestra vida. La salud condiciona nuestras vidas, las personales, las familiares y las de la comunidad en que vivimos.
Para mantener ésta, sólo debemos evitar el tabaco, comer de manera equilibrada y hacer ejercicio físico. Unos minutos diarios de dedicación rendirán muchos más de vida sana y de calidad, ayudando a los jóvenes a crecer y madurar sanos, y retrasando el deterioro físico que inevitablemente comporta la suma de años. Pero cuando la dosis de ejercicio es muy alta, por ser éste de gran intensidad, duración o frecuencia, puede conllevar riesgos y consecuencias negativas para la salud.
No basta con ejercitarse, hay que hacerlo bien. Por eso resulta necesario ir recordando y afianzando las pautas correctas, e ir incorporando los frutos de la investigación en esta área tan amplia. La calidad de la práctica, la educación, la promoción y la investigación de la actividad física y del deporte nos afecta a todos: a nosotros, a nuestros hijos, a nuestros padres y a nuestros amigos; también a la gente que no conocemos.
Este libro no pretende sino aportar algo a esta insigne labor. Es sólo una breve exposición de algunos temas que nos parecen interesantes, y que hemos pretendido tratar con lenguaje claro, rigor y brevedad. Nos excusamos de antemano si en algún momento no es así.
Lo hemos ordenado en cinco secciones:
En la primera sección, la Introducción, se da un breve repaso de lo que ha sido y es nuestro devenir biológico como especie; definimos algunos de los conceptos más habitualmente utilizados que relacionan la actividad física, la forma física y la salud; finalmente rompemos con algunos mitos relativos a la actividad física, y comentamos brevemente las necesidades e intereses de la práctica de actividades físicas.
En la segunda sección - Beneficios de la actividad física regular en las sociedades avanzadas - comentamos los beneficios para la salud física y mental derivados de la práctica regular de actividades físicas y deportivas. La actividad física, el ejercicio físico y el deporte vienen cargados de beneficios que se vinculan además, por lo general, a cuidados en la alimentación y con el rechazo, abandono o reducción de hábitos tóxicos. Beneficios que atañen a jóvenes y a mayores; a quienes gozan de buena salud y a muchos que sufren el embate de la enfermedad. Hay un ejercicio propio para cada situación.
Detallamos estos beneficios para los niños y jóvenes, los adultos jóvenes y los mayores, y los específicos para la mujer. También nos referimos brevemente al ahorro en los gastos sanitarios derivados de una mayor implicación de la población en actividades físicas regulares. Todos ellos son beneficios personales, pero en cierto modo también transferibles, ya que nuestra salud, o su falta, inciden también en nuestras familias y en el conjunto de la comunidad. Responsabilidad y solidaridad para las que es necesaria una seria toma de conciencia.
En las secciones tercera y cuarta revisamos los principales riesgos y patologías que pueden acontecer con la práctica deportiva o de actividades físicas, cómo identificarlas, cómo evitarlas, y cómo actuar en caso de que se produzcan. Perjuicios visibles y manifestaciones que pueden pasar inadvertidas, que han de ser conocidas y tenidas en cuenta no sólo por los propios interesados, sino también por los entrenadores, padres y responsables escolares y deportivos.
La probabilidad de lesión músculo-esquelética es mayor en individuos en baja forma física, y la de lesión cardíaca en personas con una mayor presencia de factores de riesgo. Una correcta planificación y ejecución de las actividades deportivas, adecuadas a cada situación personal, ha de poder evitar la mayor parte de las lesiones y patologías, incluídos los accidentes.
Hemos titulado a la quinta sección “Sentido de la Actividad Física y del Deporte”, en un intento de ayudar a recuperar esa perspectiva amplia y profunda que tantas veces se pierde. Se aborda la promoción de la actividad física y del deporte, para a continuación esbozar algunas ideas particulares para un plan de actividad física y deportiva poblacional para Euskadi, con miras al año 2010.
Finalmente revisamos el sentido ético del deporte. Para no perder de vista el sentido humanista que debe de presidir las competiciones y los entrenamientos, y para aprovechar la gran oportunidad que nos ofrece el deporte de formar personas íntegras.
No creemos en las panaceas. Pero si algo hay que se acerque a una pócima mágica para la salud y el bienestar, ese algo es un estilo de vida activo que incorpore de manera regular y racional el ejercicio físico.
Entre todos podemos diseñar nuevos programas que integren de manera más racional todos los aspectos vinculados a la actividad, al ejercicio físico y al deporte. Tenemos la oportunidad de darle un sentido más amplio y bello al ejercicio y al deporte. Un ejercicio físico y un deporte de calidad al servicio del hombre y de la mujer.
Contamos con un buen sistema educativo y sanitario, instalaciones de calidad, y espacios seguros. Tenemos que seguir llenando de contenido cada lugar, cada rincón, cada situación, para lograr más beneficios, oportunidades reforzadas de superación y una convivencia más armónica.
Podemos hacerlo entre todos. Brindemos por ello.
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